EL ÊPERÃ PEDEA (LA LENGUA DE LA GENTE)

EL ÊPERÃ PEDEA (LA LENGUA DE LA GENTE)

Por DANILO CASAMA, JÓVEN ÊPERÃ DOBIDÁ

 

EL nacimiento de nuestra lengua, o esa forma de comunicarnos, data la historia de los pueblos originarios, de nuestros mayores, que hace muchos años existen ciertas presencias de “dioses”  los que crearon la tierra, los animales, las plantas, e incluso otros mundo.

Entre ellos, están Phapha y Zetze quienes tuvieron varios hijos: Garagabi, Trutruika y Pakore encargados de velar por las vidas que su padre y madre crearon. No se conformaron con solo velar aquellas vidas, siguieron en el proceso de crear otras vidas. Así es como nacemos los êperã. Nos dieron la tierra para cuidarla y protegerla, nos dieron un sentido de vida y, por supuesto, una lengua para comunicarnos con ellos y los demás.

Este idioma habla sobre el respeto a la naturaleza, de los sonidos de los animales, del sonido del agua, de proteger y cuidar los que nos rodea. Es todo un tejido de saberes que representa la vida misma de estos pueblos, esta lengua materna, principalmente, como lo dice la palabra (materna), lo trasmite nuestra madre que desde que estamos en el vientre nos canta, nos habla e incluso nos baña con plantas medicinales. Mientras tanto, nuestros padres cazan y buscan nuestro hogar. Habitualmente nuestros pueblos eran nómadas, se desplazaban muy a menudo y con ello se encontraban con otros grupos étnicos del territorio. De estos encuentros surgía el aprendizaje de otra forma cultural de vida y otra forma de comunicarse. Así se dio paso a unos cambio dialécticos, fonéticos y sonoros.

El ÊPERÃ PEDEA se habla entre diferentes grupos étnicos, incluso con una particularidad un tanto distinta de pronunciarla, ya sea porque viven en montañas, ríos o cerca del mar. Entre estos grupos están, los Eyabida, Dobida, Katios y Chamies.

En el êperã bedea no hay palabras para amigo, para nosotros el otro es una hermano por eso decimos shaba (hermano).

No hay palabras de amor, hay palabras de proteger, cūangakiruma (te cuido, es una forma de querer desde el cuido)

No damos las gracias, tenemos biakiruma (que esa acción esta bien) para nosotros la bondad no es algo que hay que agradecer ya que nace del corazón, y por lo tanto es deber de uno repiclar esa misma acción de servir.

Y, así resumo un poco sobre esta grandiosa forma de comunicarnos con EL ÊPERÃ PEDEA (lengua de los pueblos originarios).

 

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