BILIS NEGRA: DORMIRÁS SIN MI ESTA NOCHE
POR KARINA RIVAS CARDONA
Karina Rivas Cardona es geo-poeta, militante antirracista y afro feminista. Co-autora del libro Feminismos Andantes de la Fundación de Derechos Humanos Internacionales Henrich Bolll, participante del (audio) libro Diálogo de Saberes de la Universidad de Antioquia. Co-fundadora de la Colectiva de Mujeres Afrodiasporicas Las Malungas, vicepresidenta de la Corporación de Mujeres Afro Rosa Parks de la comuna 13 de Medellín y secretaria general de la Fundación Mareia en Quibdó.
SOBRE EL POEMARIO BILIS NEGRA
Los lugares de enunciación que habitamos las mujeres negras, disidentes, insurrectas madres deconstruidas, mujeristas y feministas, empobrecidas, domesticadas por el miedo discriminante y racista, empero poderosas y combativas, para levantar nuestras voces racializadas y ensombrecidas por la historia blanca, son fuentes de creación de formas “otras” del conocimiento que no ha tenido eco en la academia occidental, lugar donde se institucionaliza el saber y se deslinda de su eje ancestral creativo; lugar donde somos desombligados los seres étnicos; lugar eurocéntrico, en el cual nosotras, las pieles prietas, hemos sido borradas.
La pertinencia de esta experiencia es su alma; es decir, la madurez y trascendencia que posee solamente el encuentro con otras formas del arte, en evocación ancestral.
Por esto, los instrumentos ancestrales afrodescendientes deben acompañar protagónicamente la palabra poética. Cada compás que dan los instrumentos ancestrales son versos y melodías que se convierten en un lenguaje sonoro, complementando cada verso declamado.
El poema a continuación es el segundo de una entrega de 3 poemas que hacen parte de Bilis Negra.
DORMIRÁS SIN MI ESTA NOCHE
Esta noche...
Sentirás el vaho de mi Orí
irrumpir en la sensibilidad de tu nariz,
atesorando el viajero recuerdo, profundo. Yeyeo;
con esencias de eucalipto y romero, macerado entre hojas que cubren tu cuerpa, de cadenas y condenas, absuelta.
Ciento setenta escasos años,
en libertad amándonos, hermana.
Déjame entrar por la puerta del no retorno, Brisa salada en gruesa boca, dientes de marfil, lengua, fresca.
Jamás estarás sedienta.
¡Sobre tu serpiente!
...Encima de la rigidez materna de tu cuello. Entre tus piernas y en tus pechos lactantes de orgasmos como humanos universos. Prieta.
Dormirás sin mi esta noche,
y las caricias que se atesoran fieles al encuentro,
en la copa donde reposan las frutas amarillas, rosadas, marrones, carnosas, jugosas,
se incubarán,
para dejarte pasar hasta mis ojos
que sin ver, te observan toda, atentos...
Como pequeños rayos de Olorum entre las ramas de la memoria.
Entre el olor de tu trenzado cabello, prieto.