Cívico catapulta a pequeños comerciantes al éxito en el mundo digital
Cívico catapulta a pequeños comerciantes al éxito en el mundo digital
Por Mauricio Ochoa
Juan Felipe Castaño sonríe. Le causa gracia, pero a la vez alegría, señalar que trabaja con todas las “ía”. Y no precisamente se refiere a los órganos de control colombianos.
El director ejecutivo y cofundador de Cívico señala que se trata de las panaderías, peluquerías, ferreterías, lavanderías, cigarrerías y todas esas pequeñas empresas y comercios de Bogotá y los municipios cercanos que su compañía logró identificar luego de un riguroso proceso de mapeo que comenzó a desarrollar en 2013.
Para lograrlo acudieron a la gente. Los invitaban a salir a las calles e informar sobre los establecimientos comerciales que había en sus barrios. “Les poníamos a los ciudadanos unas misiones como, por ejemplo, salir e indicar qué peluquerías encontraba. Las personas iban y le tomaban una foto, la georreferenciaban, nos enviaban el nombre, el teléfono, la dirección, el horario, el producto y los servicios. Luego nosotros cruzamos la información y si era buena, les dábamos puntos. Las personas los acumulaban y luego los canjeaban por bonos de regalo”, señala Juan Felipe.
En esa primera etapa, Cívico logró mapear cerca de 60.000 pequeños negocios con la ayuda de más de 35.000 colaboradores.
“Hoy tenemos más de 400.000 comercios mapeados en toda la ciudad, de las 19 localidades y los municipios cercanos como Soacha, Mosquera, Funza, Madrid, Cajicá y La Calera. Es la base de datos más grande de Bogotá. Ni la Cámara de Comercio ni las páginas amarillas o Google Maps nos supera”, asegura.
Tras avanzar en el objetivo de digitalizar la ciudad con la creación de un mapa virtual con información relevante y de servicio para los ciudadanos, a partir del modelo de crowdsourcing (colaboración abierta distribuida), Juan Felipe y sus otros dos socios: Ricardo Pombo y Juan Carlos Agudelo, se dieron a la tarea de crear un ecosistema de inclusión digital y financiera para los negocios que se encuentran en base de la pirámide, es decir, el pequeño comercio.
Se percataron que no era suficiente con identificarlos, tenerlos en una base de datos y subirlos a la web. Para tal fin crearon la plataforma Cívico Negocios.
“A través de esta les ayudamos a entrar al mundo digital, a que tengan presencia en Internet. Les apoyamos con las ventas en línea y la incorporación de medios de pagos digitales en sus puntos de venta como códigos QR, link de pago y Daviplata. La idea es que la gente pueda pagarle al tendero con su celular, por ejemplo”, sostuvo.
El CEO de Cívico subrayó que también brindan asesoría, capacitación y acceso fácil a microcréditos y microseguros para el fortalecimiento de sus negocios, lo que ha redundado en la formalización y en dejar de lado los denominados “gota a gota”.
“Conectamos a los comerciantes con los ciudadanos para mejorar la calidad de vida de ambos, ya que el comerciante necesita clientes y el ciudadano requiere información”, apunta Castaño.
Las operaciones dentro de la herramienta son gratuitas y los comerciantes solo deben pagar cuando se genera una transacción.
Auge vertiginoso
En la actualidad Cívico cuenta con más de 70.000 clientes en Bogotá y Ciudad de México, urbe en donde fue replicado este modelo de negocio. “Actualmente estamos adelantando el mapeo en Santiago de Chile”, menciona.
Con el apoyo de cerca de 60.000 colaboradores, ya han logrado mapear más de un millón de lugares en las tres ciudades.
El crecimiento de Cívico Negocios en ocho años ha sido tan vertiginoso, que ya hacen presencia, por ejemplo, en la mayoría de las plazas de mercado de Bogotá. Además, al mes ingresan a la plataforma, en promedio, un millón y medio de usuarios únicos a comprar los artículos de los pequeños comerciantes en ambos países.
La compañía genera, por otro lado, alrededor de 120 empleos entre directos e indirectos.
“En Cívico también procesamos más de 30 millones de datapoints, lo que nos ayuda a generar estrategias que pueden usar nuestros clientes (comercios, marcas y gobierno) para tomar decisiones de negocio y generar transacciones. Esto nos permite entender el comportamiento de los ciudadanos”, comenta Juan Felipe, quien recalca que toda la información que reciben permanece anónima.
Un salvavidas
Ante la crisis económica causada por la pandemia del COVID-19, Cívico surgió como alternativa para apaciguar la emergencia.
La compañía se vinculó al programa ‘Despega Bogotá’, de la Alcaldía Mayor y la Secretaría de Desarrollo Económico, que busca apoyar a los pequeños comerciantes que aún no están digitalizados ni bancarizados, ofreciéndoles opciones para comercializar sus productos, ingresar a canales digitales, ampliar sus métodos de pago, captar más clientes y brindar microcréditos y microseguros para sus emprendimientos.
“Se trata de una iniciativa muy linda de impacto social en la que estamos digitalizando e incluyendo financieramente a 30.000 pequeños comerciantes”, explica Juan Felipe.
Resaltó, además, que el programa ofrece procesos formativos en habilidades financieras, digitales y gerenciales a los propietarios y sus empleados en pro de apalancar sus modelos de negocio.
Bajo esa perspectiva, Cívico creó un marketplace en el que las empresas visibilizan y ofertan sus productos y servicios. En ese lugar las personas pueden encontrar una amplia gama de establecimientos en los que pueden adquirir sus artículos en línea, los cuales son despachados a domicilio o se pueden recoger en los puntos de venta. Allí se encuentran desde la tienda de la esquina hasta medianos supermercados.
Esta opción le ha permitido al pequeño comercio dar un respiro, pues mantienen sus ventas y llegan a más públicos. De hecho, según Cívico, al ingresar a esta red, la facturación de los comercios afiliados crece, en promedio, un 20 por ciento, cifra que, sin duda, contribuye a la reactivación económica, uno de los objetivos que persigue el programa ‘Despega Bogotá’.
En este proyecto de impacto social, Cívico trabaja de la mano con Detonante en la construcción de todo el proceso de comunicación, así como en capacitaciones a los comerciantes.
De esta forma, Juan Felipe y sus socios esperan continuar creciendo y trabajando en pro de una sociedad más inclusiva, así como en llegar a más ciudades del mundo para seguir forjando ese sueño que surgió en 2009, cuando manejando el negocio digital de EL TIEMPO se percataron que había una oportunidad en el mercado local para crear productos digitales, especialmente para aquellos que se encontraban en la base de la pirámide.